domingo, 11 de abril de 2010

REUNIONES, TUTORÍA Y MUCHO TRABAJO SOBRE LA SALUD MENTAL

¡Hola de nuevo compañer@s!

A continuación pretendo mostraros los avances realizados por el grupo que conformo (recordad: Marco Velasco Redondo, Ana Ruiz Sabariego, Jessica Ruiz Aranda y Beatriz Tapia Concha) sobre nuestro trabajo de “Salud mental: anorexia y bulimia”.


Primeramente me remito a las dos reuniones de trabajo que realizamos el grupo en su conjunto durante los días 24 y 26 de marzo. En el primero de ellos nos agrupamos en nuestro “queridísimo” pasillo de la U.P.O, mientras que el segundo día nos desplazamos hasta la humilde morada de Jessica.

Dichos días fueron los más productivos y satisfactorios hasta el momento para todos, no por el hecho de haber trabajado más sino porque pudimos trasladarlo hacia el papel y avanzar bastante en nuestro trabajo de estudio e intervención social. De esta forma, nos fundimos en estos dos días gran parte de la fundamentación teórica sobre la que se sustenta las intervenciones que se están llevando a cabo dentro de este campo y, específicamente, con el colectivo de las personas que padecen anorexia nerviosa y bulimia.

En principio, abordamos en general los tipos de trastornos y psicopatologías alimenticias más comunes (y las no tanto) que existen en las sociedades para, a posteriori, profundizar en los que nos competen dentro del trabajo.

Así, implementamos apartados como las características más comunes de la anorexia nerviosa y bulimia, los factores causales posibles (factores genéticos, sociales, psicológicos, familiares…), las consecuencias e incluso introducimos algunos extractos de declaraciones propias realizadas por personas que padecen o han padecido esta enfermedad.


Entre los aspectos que cabe señalar, por mi parte de estos días, primeramente que aprendí a diferenciar entre los conceptos de anorexia y anorexia nerviosa. La diferencia fundamental estriba, señores y señoras, en que la anorexia es simplemente la falta de apetito y la segunda en que las personas que la padecen contienen una distorsión irreal de su cuerpo llevándoles a una situación donde dejan de comer o ingerir alimentos pero no por falta de apetito sino por convicción propia.


Pero alejándome de todo los conceptos y marco teórico que aprendí en esos días (que puede ser una lista interminable, créanme), quiero aclarar el hecho de que aunque dentro de la salud mental existe un claro predominio de la psicología clínica y psiquiatría, no se puede obviar, tal lo estudiado y redactado por nuestro grupo, que existen una gran cantidad de componentes sociales que afectan y son grandes desencadenantes de esta enfermedad. Es por lo que, en mi opinión, el papel sumiso que podemos llegar a sufrir los Trabajadores y Educadores Sociales dentro de este campo es algo irrisorio y niega la verdadera realidad que “mueve” estas enfermedades.


También hicimos adelantos en otros aspectos del trabajo como en el de ir seleccionando las asociaciones a las que visitar, las preguntas que les realizaremos a los profesionales en cuestión, etc.


Entrando en la tutoría que tuvimos con nuestro profesor este pasado martes día 6 de abril, también he de anotar algo importante. Me refiero a que los Trabajadores y Educadores Sociales la gran mayoría actúan en el campo de la prevención dentro del contexto de salud mental, especialmente con respecto a la Educación Social. Por lo que tenemos que estudiar más esa vertiente y buscar información útil en ese apartado.


Un saludo.

Seguiré informando…

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