martes, 20 de abril de 2010

SESIÓN 16 – 3 – 10. VIOLENCIA DE GÉNERO

Buenas tardes compañer@s. Soy consciente del retraso que llevo en redactar sobre las exposiciones de mis compañeros, pero es algo para lo que estoy trabajando, así que os pido un poco de paciencia y comprensión. Tengo hechas las exposiciones más nuevas pero no quiero publicarlas hasta no hacerlo con las más antiguas, simplemente para seguir un orden.

Pues bien, en esta entrada voy a redactaros lo más llamativo de la exposición realizada por un grupo de trabajo de nuestra clase sobre la violencia de género.

Se trató de una exposición esencialmente teórica, a excepción del par de vídeos que vimos y de la lectura de unos testimonios, por lo que contuvo una gran cantidad de conceptos y de información.

De esta forma, la clase en ocasiones se hizo un poco cargada por lo que denoté la falta de realización de alguna dinámica. Pero vamos tampoco debe de parecernos nuevo esto, porque es de esta manera como atendemos en casi todas las clases realizadas por profesores. De todas maneras, esa falta se compensó con la calidad de la información, además de que el objetivo lo cumplieron: que adquiramos información general sobre la violencia de género y como se interviene desde el ámbito social.

La violencia de género es “toda acción u omisión física, psíquica o sexual…”

Tiene un carácter universal, pero ¿que patrones son los que diferencian de una cultura a otra lo que es un maltrato o abuso de género y no? Entramos aquí en el eterno debate del que creemos salir al justificar nuestras respuestas en base a una visión claramente subjetiva y etnocentrista.

No me mal interpreten, existen o deberían de existir unos mínimos que diferencian lo que es maltrato de género de lo que no lo es, pero lo realmente molesto es que lo veamos todos desde nuestra propia perspectiva, la cultura occidental, sin tener respeto por otras culturas y queriendo imponer nuestras normas y leyes que no siempre tienen por qué ser las más validas.

Esto en mi opinión, es importante en nuestra profesión porque siempre deberemos de tener un grado de empatía alto con respecto a las personas con las que intervengamos. No quiero decir que dejemos pasar los malos tratos, pero sí que comprendamos por qué han sucedido. Es decir, la situación y el contexto situacional, religioso y político de la persona que la sufre porque solo desde esa posición podremos comprender realmente lo que son y lo que significan los malos tratos en esa persona y remediarlos en su justa medida de una manera objetiva.

Aprendí muchos conceptos, como los tipos de violencia que se pueden llegar a generar y que trae consigo la violencia de género. Entre ellos se encuentra la violencia psíquica (que no tiene por que conllevar la física), sexual (realizada no por atracciones sexuales sino por el deseo de dominación del maltratador) y social (se aísla a la mujer de su entorno y relaciones sociales).

Son interesantes e importantes de conocer estos conceptos, aunque no se puede decir que le parezca de la misma forma a nuestro sistema judicial español que no recoge ninguna medida o sistema para tratar de detectar también estas tipologías. Aquí en mi opinión podríamos entrar los Educadores y Trabajadores Sociales tanto para detectar y diagnosticar como para intervenir adecuadamente, sobretodo con la violencia de índole social ya que nuestra máxima misión ahí sería el potenciar la reinserción social de la mujer maltratada dentro de la sociedad, a través de la creación de redes familiares y sociales de ésta.

Es por lo que no sólo daña mi orgullo el saber que dentro de este ámbito no existen en sobremanera los educadores sociales, sino que también me parece una carencia fuerte de los sistemas públicos el no potenciar nuestra figura ahí porque está claramente demostrado que la gran mayoría de las mujeres maltratadas tienen carencias de lazos emocionales y de apoyo. Generar ello, es primordial para la recuperación de la persona.

Otro vacío legal llamativo que pude observar tras la exposición del marco legal existente por parte de mis compañeras es que se recoge la violencia de género tal de hombre a mujer, obviando la posibilidad de que se produzca de mujer a hombre. Entiendo que la predominación de lo primero es mucho mayor, pero también pienso que todas las personas tenemos el derecho a estar amparados y seguros por la ley. Y todo ello, sin querer meterme a hablar sobre la estigmatización y ridicularización que sufren aquellos hombres víctimas de malos tratos.

Un aspecto también importante a mí parecer fue el tratado de acuerdo al traspaso hereditario que generan los malos tratos dentro del contexto familiar. Para su demostración os muestro el siguiente vídeo:

Y bien, lo visionado es totalmente cierto. En todo hogar o familia donde se produzcan malos tratos por parte de los referentes paternales es heredado posteriormente por los hijos en una gran cantidad de casos. Es lo llamado cadena intergenérica, por lo que la actuación de Trabajadores y Educadores Sociales en este aspecto también es primordial, tanto para proceder del alejamiento (temporal o no) de los menores de aquella persona que realiza los malos tratos como para intervenir desde el ámbito educativo en ellos.

En resumen, la violencia de género es un tema que lleva siendo de incandescente actualidad desde hace varios años para acá, gracias en parte a las intervenciones del PSOE en nuestro país para erradicarla, algo que no se le puede negar a este partido político.

Es por lo que el conocer más en profundidad el colectivo con respecto a causas, consecuencias, perfiles, abordaje histórico y legal, recursos sociales, intervenciones realizadas, diagnóstico, prevención… nos forma como profesionales en un ámbito tan necesitado como muchos otros dentro de nuestra sociedad.

Un saludo.

Seguiré informando…

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