lunes, 31 de mayo de 2010

SESIÓN 25 – 5 – 10. AULAS HOSPITALARIAS Y MARGINACIÓN Y TERCERA EDAD

Muy buenas tardes a todos/as compañeros/as de la intervención socioeducativa. Me dispongo nuevamente a mostraros otra de las sesiones teórico-prácticas dadas en nuestra aula matinal, esta vez, en el día 25 de Mayo.

Va quedando menos para terminar las clases y asistir a las exposiciones que tanta información y reflexión nos han ofrecido (se puede comprobar echando un simple vistazo a la columna lateral de este blog) y ello se va notando, sobretodo en que se repiten temáticas de abordaje, como fue en tal día donde se encargaron nuestras compañeros y compañeras de abarcar las aulas hospitalarias y la marginación en la tercera edad. En todo caso, las dinámicas fueron bien distintas y surgieron algunos conceptos nuevos, así como reflexiones.

Con respecto al grupo de las aulas hospitalarias, dadles un 10 en la primera fase de la exposición donde nos sorprendieron a todos con una dinámica participativa muy atractiva para los asistentes. Se trató del famoso y antiguo juego televisivo de preguntas y respuestas llamado 50 x 15. Sin duda una buena idea de atraer la atención.

Muchos de los conceptos teóricos ofrecidos por los expositores fueron muy símiles a los explicitados por el grupo de la sesión anterior. Tan sólo anotar algunas novedosas como el impacto que produce en el niño la hospitalización. Este concepto es muy interesante a analizar e importante para los profesionales de la educación social, ya que nuestros recursos y herramientas profesionales y materiales deben de ir encaminados (como cité en la anterior entrada) a crear un contexto socioeducativo adecuado para el niño/a con el fin, entre otros, de ayudarles en su paso por el hospital y eliminar la angustia, lloros, llantos, melancolía, tristeza.

Otro aspecto interesante que os mostraré aquí de forma anecdótica y que se citó en la exposición fue una enfermedad llamada Rett. Esta es una alteración genética, se trata de la carencia de una proteína en el ADN. Se encarga del crecimiento del ser humano en apartar y despertar las neuronas. Simplemente me parecía interesante que lo supierais, igual que el año de origen de las aulas hospitalarias, años 50 en los Centros de la orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

Pero sin duda, lo más interesante de la sesión (aunque verdaderamente no me sorprende) fue la negativa de los profesionales pertenecientes las aulas hospitalarias a hablar sobre los Educadores y Trabajadores Sociales y a reconocer la labor tan necesaria a realizar.

Nuestras compañeras fueron al Aula Hospitalaria del Virgen del Rocío y se encontraron con ese panorama, indignante ¿no?

En mi opinión, si se trataran de profesionales adecuados deberían de reconocer la labor a ejercer por los educadores y trabajadores sociales en el ámbito. Ello no sólo favorecería la carga profesional de estas personas y las labores de intervención sino que paliaran las necesidades los niños/as enfermos/as y, ¿acaso no es eso lo más importante?

Como bien se ha demostrado a lo largo de estas líneas y en la entrada anterior la labor de los educadores sociales con este colectivo no solo es beneficiosa sino imprescindible para lidiar con los problemas ante los que se encuentran los menores. Como ya se ha mostrado y se hace evidente, el entorno familiar del enfermo/a es muy importante, por lo que el trabajar con las reacciones que se producen (rabia, resentimiento, resignación…) en el seno de esta ayuda en la rehabilitación del propio menor hospitalizado. Así, el dar pautas a los propios padres, madres y hermanos es una función que solo debe ser ejercida por los educadores sociales. Pero lo realmente importante es que estas maestras tratan lo educativo desde una perspectiva individual y no social, es por ello que los educadores sociales a través de nuestras intervenciones socioeducativas completamos el proceso al tener en cuenta el contexto general del menor.

Dentro de mi desesperación con este asunto simplemente decir que las maestras que ejercen en estas aulas hospitalarias deberían de ser conscientes de ello y dejarse de tanta prepotencia y pensamientos egoístas relativos al mantenimiento de su puesto laboral. Aconsejaría a estas personas que leyeran los trabajos de nuestras compañeras para cerciorarse de ello.

La siguiente exposición fue acorde a la marginación y tercera edad, un tema más que expuesto en clase. A pesar de ello hubo aspectos interesantes a tratar.

El primero, el envejecimiento global existente actualmente en la población y los discursos sociales sobre el envejecimiento. Los discursos sociales son aquellas representaciones que realizan las personas integrantes de una sociedad acorde a un grupo de personas, en este caso sobre las personas mayores que han recorrido un largo camino hasta la consideración actual: discurso del anciano, del viejo, de la tercera edad y de la persona mayor. Todo ello trae una gran multitud de consecuencias de índole político y económico de cara a las personas mayores (tipos de ayuda domiciliaria, modelos de protección social…) por lo que el poder societario se hace patente.

En mi opinión, lo realmente efectivo es realizar planes y proyectos de potenciación (“empowerment”) del colectivo por los que puedan participar en el conjunto societario y aportar las grandes cualidades que tienen las personas pertenecientes a este colectivo.

El segundo aspecto que señalo aquí es la falta de confirmación sobre unas características comunes en las personas mayores. Sus rasgos son de índole muy diversa y los teóricos ni siquiera se ponen de acuerdo a la edad de inicio y, ni por supuesto, con respecto a la educación, sociedad y salud. Es por ello por lo que su tipología es muy abundante, clasificándose según nuestros compañeros en persona mayor dependiente o no dependiente, persona mayor activa o pasiva, según la edad y según el ámbito en el que se localizan, entre otros.

Atendiendo a esta gran variedad, vislumbro aún más necesaria la figura del educador y trabajador social a la hora de elaborar diagnósticos adecuados y seguimientos personalizados.

Sus problemáticas fundamentales son los esteriotipos, la jubilación y la limitación psíquica y física. Sus factores de riesgo la soledad, el abandono familiar y la exclusión social.

Consecuente con ello sus formas de intervención radica en abordar las necesidades y problemas desde tres niveles principales, siendo en todos principal la figura del educador social:

- la persona

- la familia (en las residencias trabajan mucho a este nivel porque no quieren que se desvinculen una vez que los dejan dentro)

- la comunidad (sobretodo a través de las asociaciones)

También conocí diversos planes a nivel autonómicos como el PAIMA, así como a CONFEMAC (Confederación Estatal de Mayores Activos) http://www.confemac.net/.

Un saludo y seguiré informando…

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